
Duele que existas
y duele que no existas.
El vapor en los azulejos.
El café caliente.
Duelen los buenos días
con sus informes repletos de diéresis, de puntos finales.
La comida,
y la lluvia sucediendo
en este lunes
que amenaza con ser indefinido.
Duele
conocer a mis demonios.
............................ (Mientras suenan los Rolling en la radio)
Aquí ellos. Aquí yo.
y duele que no existas.
El vapor en los azulejos.
El café caliente.
Duelen los buenos días
con sus informes repletos de diéresis, de puntos finales.
La comida,
y la lluvia sucediendo
en este lunes
que amenaza con ser indefinido.
Duele
conocer a mis demonios.
............................ (Mientras suenan los Rolling en la radio)
Aquí ellos. Aquí yo.
............................(“Pleased to meet you”)
Lo cierto es qe duele, pero mucho, conocer y reconocer a nuestros demonios. Buen poema. Un abrazo
ResponderEliminarSomos un conjunto. Ya lo dijo Tennessee Williams, kill all my demons and my angels might die too.
ResponderEliminarUn latido
Los lunes son dias donde el espejo distorsiona más nuestra imagen...
ResponderEliminar;-)
El dolor siempre ha vivido en nuestra sombra, no deja de acompañarnos nunca..
ResponderEliminarUn abrazo
MArian
Pero para eso vamos aprendiendo a convertir el umbral del dolor en una simple puerta de paso.
ResponderEliminarMe gusta tu poema.
Duele conocer a nuestros demonios..
ResponderEliminarBesos
los demonios
ResponderEliminardel presente
del pasado
alimentan la insistencia exasperante
de un dolor
que pareciera extensible a un único e infinito instante
...
un abrazo
Quieres una aspirina?
ResponderEliminarQuizá el dolor
ResponderEliminarsirva como revulsivo
para enfrontar la vida,
para sentirla,
me gusta tu blog
si me lo permites
me quedaré un rato
Duele...Porque es completamente lunes. Y hace frío...
ResponderEliminarUn abrazo
Duele aun más si uno de ellos somos nosotros mismos...
ResponderEliminarComo una bala perdida:
ResponderEliminarEncantada...
Gracias por tu visita y tu comentario. Intenso, sí, como la vida, como conocer a nuestros ángeles y demonios.
ResponderEliminarDuele porque estás vivo, porque creces. El dolor nos estimula a cambiar.
Gusto en conocerte, jejé.
Un abrazo con amor
deliciosamente sensible
ResponderEliminarme encantó! de veras, hacía rato que no leia algo tan bueno
cariños
duele sentir
ResponderEliminary no sentir es el mayor dolor
Pez,
ResponderEliminarsiempre miro mis dolores en tu ventana.
A veces pienso que nos reflejamos.
Soberbio poema.
Estremece.
Besos!
me encanta como escribes y lo enlazas alo que sucede a tu alrededor.Mis demonios viven conmigo y su fuego me quema la mente-.
ResponderEliminarun abrazo a ti
elisa
Lo buenomalo de los demonios (re)conocidos es qué, cuando menos lo esperas, mutan a pokemon.
ResponderEliminarBesos
Duele conocerlos siempre.
ResponderEliminarPorque son invencibles.
Excelente.
Saludos.
Duele,porque casi siempre nuestros demonios se empeñan en ganar la partida y lo consiguen.
ResponderEliminarMer
Una vez que los conoces y les nombras, es más fácil echarlos fuera.
ResponderEliminarUn abrazo mexicano!
...porque nos duele la cara y la cruz de nuestras vidas.
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente.
ResponderEliminarMuy íntimo y bien llevado.
Hermoso!
ResponderEliminarPero yo intento siempre alejarme de mis demonios nocturnos-..
Si.
Que estes bien.. Abrazos.
y si..es como lo de la duda.
ResponderEliminarque linda bienvenida, gracias.
un placer leerte.
aguante the beatles.
Triste, precioso, doloroso el poema.
ResponderEliminarMil besos.
duele mucho mas ...que deje de existir..
ResponderEliminarcreeme amigo...sé lo que digo..
preciosos tus textos..
un abrazo
es cierto, duele conocer a nuestros demonios, pero es peor no hacerlo... te lo aseguro.
ResponderEliminarMe gusta que existas
Buen lunes.
Un beso
Pez, me trajo eso del lenguaje morse de los latidos y me encuentro con este poema que Uf!... y este otro y ése... Mis respetos, Big Fish!
ResponderEliminarVine desde una de las orillas de Lena. Y qué descubriento: informes llenos de diéresis y puntos finales.
ResponderEliminarMe recordó este poema a García Montero, con esa cosa cotidiana, nostálgica y tediosa.
Un placer venir por aquí.
Duele el aire que entra,tanto como el suspiro. Duele el silencio, tanto como las palabras... y los demonios que se quedan rondando en ese espacio obstruido por la nostalgia...
ResponderEliminarHermoso!!!... gracias...
Los demonios siempre están ahí, pero lo importante es no encontrarse con ellos. :)
ResponderEliminares duro darse cuenta de que lleva uno sus demonios cargados encima....
ResponderEliminary que sean tan gordos
sublime,y un placer respirarte
adaev
Seguramente lo que mas duele en este mundo es conocerte a ti mismo y darte cuenta que no eres lo que quieres ser.
ResponderEliminarYo tengo muchos demonios y, algunas noches, les cdonvoco y bailamos juntos una danza de akelarre.
Un abrazo,
Esteban
Duelen los lunes, los horarios laborales, los finales de mes.
ResponderEliminarduele el poema que te duele,
se reconocen demonios propios.
(Hope you guess my name)
Un abrazo
¿Esos demonios no serán "The Hell Angels" que contraron los Rollings en el concierto de Altamont?..
ResponderEliminarYa deben estar mu´mayores, hombre pez, no les hagas caso, chochean...
(K)
Nose como encontre tu blog...
ResponderEliminarme encanto tu Escrito..este en particular...será porque es lunes y me senti identificada?
Fue algo raro..
me llego..