Ella explica en el idioma de los pájaros
y así todo se comprende.
A veces
el mundo ofrece su estruendo a los amantes
y ellos lamen sus ingles
como si el final estuviese próximo.
Las fábricas abren y cierran de lunes a viernes,
doblan turnos de ocho a ocho
y las madres besan a sus hijos o les curan las rodillas.
A veces llueve.
Yo le enseño el gesto último que hacen los ahogados.
Te leo, todavía. Un gusto!
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ResponderEliminarHas vuelto en tren, y yo hablando de transiberianos y vencejos.
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