Tu boca suena a boca de demonio o
a la memoria de un Dios
que me despoja de ti.
He sabido,
de esa noche, que debo ponerle nombres
a la soledad, por no traicionar
a tu alma.
Así, si supiera
lo tan secreto de tus actos, habría
muerto mucho antes.
a la memoria de un Dios
que me despoja de ti.
He sabido,
de esa noche, que debo ponerle nombres
a la soledad, por no traicionar
a tu alma.
Así, si supiera
lo tan secreto de tus actos, habría
muerto mucho antes.
No sé si habrás logrado salir de mi poema. Yo el tuyo lo llevo enganchado a mi alma.
ResponderEliminarQué intenso, de verdad.
Mi beso, hoy doble.
me hace evocar recuerdos pasados...
ResponderEliminarel recuerdo de una boca que nunca desaparece del todo de mi vida ...
es precioso cuanto escribes....pero este post me ha emocionado especialmente...
un saludo cariñoso...
éste me gusta especialmente, no sé muy bien por qué, pero me encanta!
ResponderEliminarSaludos