TODAVIA





Ya no

los cuerpos el sudor las autopistas

la carne

las agujas

la avenida.


La voz tras la pared el por si acaso

Madame Collet

dos manos

la Montera.


No los planos con sus puntos kilométricos los nombres de los pueblos y la luz de las cabinas en cada cruce el parque y su boca no la piedra viva y la muchacha muerta no el gemido voluble las cartas que son dobladas cuidadosamente el horizonte de las luces diminutas.


No

beso.

Magnolias.

Malabares.


Y sin embargo


todavía.



ANIMAL EN VANO


Es una forma de no querer estar.
Es una forma de no querer estar.


Me miro y no me gusto.

MIGUEL SUAREZ (Del libro “De entrada”)



Porque me callo la palabra sangre
y te mato desde antes para no sentir tu aurora.

Quiero decir
que es esta lluvia azul la que mata con su mano diagonal,
esta lluvia que llueve oscura como los ojos de un perro.

No me esperes en la casa donde ardió el árbol conocido
porque son esas cenizas la memoria que le queda a este naufragio,
la liturgia de la llaga o de la huida.

Quiero decir
que tendremos que volver al fruto del invierno.
Tercer salto mortal.
Amor-barranco.

O decir la palabra sangre,
y todo quedaría mucho más claro.