AVISO II


Puede que me quede aquí,
con esta valentía falsa
que enternece a las estatuas
pero nada dice
acerca del vacío de mi estomago.

Puede que,
alguna tarde de luz sucia,
me haga pasar por otro,
y me quite la coraza
o la ropa
para culparte del frío.

Quizá quedará algo
tras esta silueta
que alberga un pánico que no cede
y se nutre
con el hambre de los años.
Sin artificios.
Sin promesas.

No podrás decir después
que no te aviso.

SÓLO UN HOMBRE



Ser hombre no es ser hombre. Ser hombre es otra cosa.
GABRIEL CELAYA




Dije no soy todos los hombres
sólo un hombre.


Y levantaste en mis palabras
un árbol de corteza viva,
de savia limpia y que amenaza.

Y no era yo
pues en mí late
el adolescente prehistórico que sonríe,
la venda sin herida,
la mirada del lobo que marca el territorio.

Dije sólo soy un hombre.
Y fui ese arcángel que escupe a los espejos.

Desafortunado y fortuito
como la catástrofe.

Como estas manos.

Como estos días.

Como esto que ahora digo.